POR LA PRESENTE:

Lo que empezó como un simple pronunciamiento respecto a un tema latente en el seno de algunas de mis iglesias, se convirtió en un tema “picante” para no pocos, pues a leguas se evidencia las reacciones variadas que produce este tema.

 En estos dos últimos meses, he recibido cientos de comentarios como reacciones a los escritos presentados por el caso del famoso orador Dr. Hugo Gambetta, aunque debo confesar que jamás imaginé tales reacciones, era conciente de que estaba ingresando a un tema no poco delicado. Es decir sabía en teoría lo que hoy vivo y experimento en la práctica.

Entre los cientos de mensajes a mi buzón de entrada y comentarios de todo tipo emitidos en este blog, deben saber que no todos los comentarios son aprobados para ser publicados, los motivos son varios, entre ellos, insultos, palabras de “grueso calibre” de supuestos “hijos de Dios”, y defensores a “capa y espada” del Dr. Hugo Gambetta.

 

Sin embargo, este escrito es dirigido a los comentaristas y lectores que se afanan en defender al famoso orador de nombre Dr. Hugo Gambetta.

 

A los defensores acérrimos del Dr. Hugo Gambetta

            Entiendo su posición, he meditado en cada uno de las decenas y decenas de mensajes y comentarios. Y hasta el momento he llegado a las siguientes conclusiones respecto a ustedes:

·         Entiendo que el Dr. Gambetta es considerado por algunos de ustedes como un mensajero de Dios, perteneciente “al pueblo de Dios”, aunque la IGLESIA ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA le haya quitado sus credenciales y le haya borrado de los libros feligresía. Asunto que él mismo lo reconoce hidalgamente.

·         Sé que las prédicas del Dr. Hugo Gambetta son atinadas, necesarias  y correctas desde la óptica de alguno de ustedes, ya que creen que la iglesia adventista está marchando mal, y que hace falta un reavivamiento pronto, pues nadie se atreve a predicar como predica el Dr. Gambetta.

·         Entiendo que según ustedes, o al menos una parte, los pastores adventistas están aliados con los jesuitas, ya que por ello no predican en contra del papado.

·         He podido notar que muchos de ustedes, se han empapado de muchos mensajes del Dr. Gambetta y sus mensajes han llegado a calar tan hondo que,  nadie les puede mover de sus posiciones.

·         Pero también he notado que les hace falta leer más y conocer más sobre la realidad de nuestra iglesia, y qué es realmente la iglesia adventista del séptimo día.

·         Sé que la mayoría de ustedes adolecen de identidad profética. Les falta recordar cómo Dios ha dirigido su obra todos estos años. Y cómo es que nació la Iglesia Adventista.

·         Sé que si un día el presidente de la Asociación General dice: “nos uniremos al papa o a la iglesia católica”, muchos de ustedes dejarían de ser adventistas, simplemente por que se la han pasado mirando los errores de sus líderes.

·         Entiendo claramente que muchos de ustedes van a la iglesia adventista del séptimo día, únicamente a poner cizaña y a ser piedras de tropiezo a la obra de Dios.

 

No obstante, quisiera hacerles recordar que no todo es como su óptica les permite ver.

 

1. LA IGLESIA ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA ES PROPIEDAD DE DIOS

            Algunos mal entendidos andan vertiendo la idea y falsa enseñanza de que la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha dejado de ser el pueblo escogido de Dios, por su apostasía en diversas oportunidades, sus alianzas con el vaticano, sus pastores corruptos, y toda una sarta de argumentos que a la fecha no se han demostrado.

Les recuerdo que, la Iglesia Adventista del Séptimo Día, como tal, es “la propiedad de Dios[1] y por tanto, en palabras inspiradas y autoritativas de la Mensajera del Señor: “Dios tiene una iglesia, un pueblo escogido; y si todos pudieran ver como yo he visto cuán estrechamente Cristo se identifica con su iglesia, no se oiría un mensaje tal como el que acusa a la iglesia de ser Babilonia.  Dios tiene un pueblo cuyos miembros son colaboradores con él, y ellos han avanzado hacia adelante, teniendo la gloria del Señor en vista.[2]

La iglesia militante no es todavía la iglesia triunfante; pero Dios ama a su iglesia, y describe por medio del profeta cómo él se opone y resiste a Satanás, quien está vistiendo a los hijos de Dios con las ropas más negras y contaminadas, y está reclamando el privilegio de destruirlos.  Los ángeles de Dios los protegen de los asaltos del enemigo.  El profeta dice: «Y mostróme a Josué, el gran sacerdote, el cual estaba delante del ángel de Jehová; y Satán estaba a su mano derecha para serle adversario.  Y dijo Jehová a Satán: Jehová te reprenda, oh Satán; Jehová, que ha escogido a Jerusalén, te reprenda. ¿No es éste tizón arrebatado del incendio?  Y Josué estaba vestido de vestimentas viles, y estaba delante del ángel.  Y habló el ángel, e intimó a los que estaban delante de sí, diciendo: Quitadle esas vestimentas viles.  Y a él dijo: Mira que he hecho pasar tu pecado de ti, y te he hecho vestir de ropas de gala.  Después dijo: Pongan mitra limpia sobre su cabeza.  Y pusieron una mitra limpia sobre su cabeza, y vistiéronle de ropas.  Y el ángel de Jehová estaba en pie.  Y el ángel de Jehová protestó al mismo Josué, diciendo: Así dice Jehová de los ejércitos: Si anduvieras por mis caminos, y si guardares mi ordenanza, también tú gobernarás mi casa, también tú guardarás mis atrios, y entre éstos que aquí están te daré plaza«.[3]

 

2. LA IGLESIA ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA NO ES BABILONIA

            No sé cómo pueden llamarse adventistas, y asistir a las iglesias adventistas, si consideran que la iglesia es Babilonia. Sin duda esos predicadores carecen de personalidad y de identidad.

Cuando se levantan hombres que pretenden tener un mensaje de Dios, pero que en lugar de luchar contra los principados y potestades, contra los gobernantes de las tinieblas de este mundo, forman un cuadro falso, y vuelven las armas de combate contra la iglesia militante, temedlos.  No llevan las credenciales divinas.  Dios no les ha dado ninguna carga de un trabajo tal.  Quieren derribar lo que Dios anhela restaurar por el mensaje a Laodicea.  El hiere sólo para que pueda sanar, y no para hacer perecer.   El Señor no confía a ningún hombre un mensaje que desanime y descorazone a la iglesia.  El reprueba, reprende, castiga; pero es solamente para poder restaurar y aprobar al fin.  ¡Cuánto se alegró mi corazón ante el informe de la Asociación General de que muchos corazones fueron enternecidos y subyugados, de que muchos hicieron confesiones humildes, eliminando de la puerta del corazón la basura que mantenía alejado al Salvador! ¡Cuánto me alegré de saber que muchos dieron la bienvenida a Jesús como a un huésped permanente! ¿Cómo es que estos panfletos que denuncian a la Iglesia Adventista como Babilonia fueron esparcidos por todas partes, en el tiempo mismo en que la iglesia estaba recibiendo el derramamiento del Espíritu de Dios? ¿Cómo es que los hombres pueden estar tan engañados como para imaginar que el fuerte clamor consiste en llamar a los hijos de Dios a que abandonen la comunión de a iglesia que está gozando de un tiempo de refrigerio? ¡Oh, que estas almas engañadas vengan a la corriente, y reciban la bendición, y sean dotadas de poder de lo alto!”.[4]

 

3. LA IGLESIA ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA PREDICA LA VERDAD PRESENTE

            Muchos dicen que los líderes de la iglesia adventista están aliados con los jesuitas o el vaticano, es por ello que los pastores temen predicar contra el papado. Creen que el Dr. Gambetta es el único ser sobre la faz de la tierra que predica sobre temas doctrinales proféticos.

A ello les hago recordar que, este año el Impacto Esperanza a nivel mundial es Un Día de Esperanza, y ¿de qué habla? DEL SÁBADO SEÑORES. ¿No es esa una manifestación de la VERDAD PRESENTE? El libro del año que es escrito por el Pr. Mark Finley habla del sábado, léanlo y verán el poderoso mensaje que es vertido a través de esas páginas impresas.

Lo que sucede con los seguidores de Gambetta y defensores es que ellos tienen limitaciones aparentemente pues no saben que hay muchos que predican un mensaje integral a en este tiempo, tal y de acuerdo a la Palabra de Dios.

 

4. LA IGLESIA ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA EVANGELIZA AL MUNDO

Una de las características de los “críticos de adventistas de la iglesia adventista del séptimo día” es que hablan y hablan de lo negativo de la iglesia. ¿Cuál es su objetivo? ¿Hacer que la gente, el mundo, al cual la IGLESIA ADVENTISTA QUIERE LLEGAR CON EL MENSAJE DE DIOS, tenga una imagen mala del pueblo de Dios?

Es que no se entiende cuál es su objetivo. Si son adventistas deben predicar el mensaje de Dios. Un mensaje integral, como Jesús lo haría (Mateo 9:35).  No deberían estar predicando en contra del la Iglesia de Dios. La iglesia de Dios no se predica así mismo, predica al mundo, y cumple de esta forma la misión encomendad por Cristo (Mateo 28:19,20).

 

5. LA IGLESIA ADVENTISTA SEL SÉPTIMO DÍA JAMÁS DEJARÁ DE SER EL PUEBLO DE DIOS.

            Alguna vez escuché decir: “si un día la iglesia adventista emite un mensaje muy lejano a la Biblia, o enseña algo que no puede ser fundamentado en la Palabra de Dios, o el Espíritu de Profecía, Yo me voy de la iglesia”. No obstante, les quiero decir que, si es así, entonces pierden su tiempo en la iglesia de Dios, pues a la verdad habrá tiempos en que eso sucederá. No estoy diciendo algo nuevo, pero es la realidad. Y saben, si por pequeñeces y cosas insignificantes hay críticas, disidencias, e hipocresía, no me imagino cuando un día uno de nuestros líderes diga: “nos uniremos al papado”.

Si un día ocurre esto, yo que leo mi Biblia, y el Espíritu de profecía jamás dejaría de ser ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA. Porque yo sé que es la Iglesia de Dios. Los líderes se pueden equivocar, ellos pueden apostatar, pero la Iglesia SIEMPRE SERÁ EL PUEBLO DE DIOS.

Ya lo dijo Jesús mismo, al contar la parábola de la cizaña y el trigo. Así es la iglesia adventista, es el pueblo de Dios con cizaña y trigo.

 

A MANERA DE CONCLUSIÓN:

            Es necesario mencionar que no todos los mensajes y comentarios respecto a mis escritos y pronunciamientos frente al caso del Dr. Gambetta son destructivos e hirientes, no. Hay muchos comentarios y mensajes que concuerdan con mi punto de vista, apoyan mi ministerio y oran para que Dios siga guiando su iglesia.

            A los que se han sentido ofendidos por mis respuestas, les pido perdón de ante mano, y me gustaría que me escriban a mi correo personal, para entablar comunicación fluida y alturada.

            A mis amigos y hermanos de todas partes del mundo, especialmente de latino América que sin querer se han encontrado con mis escritos y que se han enterado de la realidad del caso Hugo Gambetta, les pido que oren y estudien sus Biblias, Los Testimonios, y si se encuentran con mensajes del Dr. Gambetta, lo escuchen de manera analítica, poniendo todo por el tamiz de la Biblia y del Espíritu de Profecía.

            Finalmente a los defensores del Dr. Gambetta. Si van a reaccionar frente a mis escritos, háganlo de manera cristiana. Que Dios los bendiga.

 


[1]Elena G. de White, Testimonio para los Ministros (Buenos Aires: ACES, 1987), 13. Artículo extraído de Review and Herald, 18 de febrero de 1890.

[2] Ibid, 17.

[3] Ibid. 18.

[4]Ibid, 20.